martes, 25 de septiembre de 2018

Librería destacada del mes: Troa-Zubieta liburu-denda

Hace unos días visitamos varias librerías del norte de España y tuvimos el placer de charlar reposadamente con Adolfo López Chocarro, librero de la magnífica Troa-Zubieta liburu-denda en San Sebastián.

La conversación, que os colgamos aquí, fue un encuentro ameno en el que el librero nos destacó las claves de su trabajo, los retos que tienen para el futuro, la necesidad de sinergias entre todos los actores del sector editorial.

¡Muchas gracias por atendernos, Adolfo!



¿Cómo llegó a trabajar en el mundo editorial?

Pues un poco por casualidad, y otro de causalidad, ya que yo venía de ser un gran lector desde niño, pero derivé en la Historia y los archivos, y un verano entre a trabajar en esta librería, para una suplencia de unos meses, me enamoré del trabajo, y aquí llevamos 15 años.

Cuéntenos un poco la historia de su librería.

Pues yo soy un eslabón más dentro de una historia que arranca allá por 1959, dentro de un proyecto de levantar una librería en aquel San Sebastián en la grisura cultural del franquismo, dentro de una iniciativa mayor a nivel nacional, que fue Librerías Troa. De una librería más escolar y universitaria, con los años, se ha ido yendo a un modelo de librería literaria pero muy ceñida al nuevo modelo de librerías activas y con gran agenda cultural, un espacio vivo y dinámico, con selecciones muy bien escogidas y donde lo humano y la cercanía es la clave, algo que creemos que es el futuro.

¿Qué es lo más duro y lo más gratificante de su oficio como librero/a?

Lo duro muchas veces es el amplio horario comercial, el estar dedicado en cuerpo y alma de lunes a lunes, siempre expuesto al público en primera fila, y casi como un modo de vida, y sin pensar nadie en hacerse rico con esto, claro; pero que multimillonarios nos sentimos por todo lo que nos da a cambio: el poder conocer a gente tan encantadora y enriquecedora, clientes, autores, editores, esas charlas y encuentros donde se crea un clima mágico, en el que a uno se le olvida que es trabajo por tanta pasión.



¿Cree que la gente lee menos?

Creo que nunca la Cultura ha sido un algo mainstream, o muy popular, por mucho que nos digan que tiempo pasado fue mejor. La lectura siempre ha sido algo relativamente minoritario, y más en este país. Otra cosa es que la lectura más generalizada como forma o alternativa de ocio haya disminuido frente a la gran oferta digital, o de otros tipos, eso es indudable, y sin duda el gran enemigo de la lectura es el móvil, ese gran “interrumpidor” de tareas y estudio, y ese creador de lectores a salto de mata, sin recorrido ni profundidad.

¿Qué es lo que demandan los lectores de su librería?

De entrada recomendación certera y personalizada, selecciones únicas y con criterio, no “lo que toca / la novedad”, quieren venir a ver qué has preparado; y la experiencia de compra, ese ambiente, esa charla, los encuentros con otros clientes, la sorpresa, el acto que enriquece, o ese libro especial que puedes conseguirle. En cuanto a géneros, nosotros somos literarios, la narrativa de alta calidad literaria es nuestro fuerte, pero no podemos negar que la novela negra y el “amor y lujo” tienen siempre muchos fieles.

¿Está notando un incremento en las ventas (o en la demanda) de libros escritos por mujeres?

Pues yo creo que sí, creo que en especial este año hay un esfuerzo por parte de editores e instituciones por apoyar y visibilizar los libros escritos por mujeres. Ahora, a nosotros no nos gusta este “de mujeres / para mujeres / femenino”, un libro es bueno o no independientemente de género, raza o credo, y así debería ser. Dicho esto, un placer y un deber los rescates y puesta en valor de muchas mujeres injustamente olvidadas o minusvaloradas.

¿Cómo trata su librería a los libros de fondo? ¿Nota una demanda similar a la de las novedades?

Pues en nuestro caso, fondo poco, somos más un librería de rotación. Siempre se tiene una parte de fondo, de clásicos, de obras fundamentales, de obras que a nuestro equipo nos entusiasma y tienes, tanto en adulto como infantil-, pero es una parte que no llegará a un 10/15%. La cuestión es que la demanda es menor, y además es imposible tenerlo todo, imposible por espacio y por gestión, y ya que puede conseguirse en días, preferimos trabajar bajo pedido, o hacer especiales rescatando obras o temáticas concretas.



¿Por qué cree que los lectores acuden a esta librería? ¿Qué les ofrece respecto a otras?

Si hay una cosa que nos distingue al sector del libro de otros sectores, es el precio fijo, la Ley del Libro, que nos iguala en precio y ofertas, lo que hace que la diferenciación entre librerías no se base en algo clave, el precio, sino en servicio y selección, en cuanto a producto, y al espacio, en cuanto a experiencia de compra. En nuestro caso creo que a lo largo de estos años lo que hemos conseguido es un prestigio en cuanto a la calidad de nuestras selecciones y la personalización en la búsqueda del libro que necesita cada cliente, con un trato cercano y sin prisas, y siempre buscando la excelencia en cada elección. Por otro lado, con el cambio de local que realizamos hace ya unos años, hemos intentado configurar un espacio nuevo, dinámico y claro para facilitar la exposición de novedades y fondo, y por otro lado, levantar un espacio cultural propio donde generamos además de actos literarios, exposiciones, talleres, charlas y actividades de crean comunidad lectora y fidelizan a nuestros clientes.

¿Cómo cree que una editorial como Nowtilus puede ayudar a su librería?

Nowtilus ofrece un catálogo amplio, claro y didáctico del ensayo histórico, principalmente, que además de a un público específico y especializado, permite acercar la historia y la divulgación cultural y científica a ese amateur o curioso que busca iniciarse o profundizar algo más en estos temas. Así, es un recurso fácil y fiable, y editorialmente atractivo, y poder cubrir toda esta demanda.



¿A qué retos se enfrenta su librería?

Pues yo creo que como todas las de nuestros compañeros, que no es otro que el cambio del paradigma del ocio, de los nuevos formatos digitales, del rodillo de las multinacionales o grandes grupos que expulsan a otros comercios del centro de las ciudades -por especulación inmobiliaria o tácticas abusivas-, por la pérdida de prestigio del mundo del libro, del conocimiento, de la Cultura entre las nuevas generaciones. El gran problema es el revalorizar el mundo del libro, como objeto artesanal y como herramienta de conocimiento, y por otro lado, crear espacios nuevos y dinámicos, profesionalizados para afrontar los retos del pequeño comercio en el siglo XXI. Casi nada, pero no menos emocionante.

Podéis visitar la librería Troa-Zubieta liburu-denda en su sede: Calle Reyes Católicos, 3 20006 San Sebastián