En el mundo del libro no se puede permanecer quieto. Hay que moverse, moverse y seguir moviéndose, de lo contrario te caes. Siguiendo esa idea, Ediciones Nowtilus ha presentado estos días dos libros , para acercarnos a nuestros lectores y que éstos puedan conocer a la persona que se esconde detrás del nombre. Así, los lectores han podido escuchar a Carlos Andrade hablar, emocionado, de su primer libro después de haberse emocionado ellos mismos con las historias de Orestes Lagoa y Bruno Broa.
En la Feria del Libro de Cartagena presentamos unos pocos días antes, el domingo 11 de noviembre, La cocina del Cid. Una nueva ocasión para disfrutar tanto con la gastronomía como con los libros, para conocer mejor una época apasionantes desde una óptica insólita. Miguel Ángel Almodóvar desgranó los secretos de la comida con la que los guerreros medievales cogían fuerzas antes y después de la batalla, el simbolismo de la carne (a la que se le atribuían cualidades especiales) y otros aspectos desconocidos.
La importancia de la alimentación en los lejanos siglos medievales se nos aparece en estas páginas. La comida no era un placer como pueda ser hoy en día, sino una cuestión de auténtica supervivencia en una sociedad continuamente amenazada por el hambre. Las recetas que se presentan en el libro nos ofrecen la posibilidad de estudiar la sociedad medieval, puesto que la comida se convirtió en un elemento de distinción social. A través de sus grandes banquetes, realizados para celebrar grandes acontecimientos, los estamentos señoriales mostraban su poder y su preeminencia social; la caza se convirtió en el ejercicio favorito de la nobleza, para lo cual se reservaba los bosques para ella sola (la pena por cazar en ellos llegaba hasta la muerte)… Mientras, la mayoría de la población apenas podía degustar más de una comida al día, basada en vegetales y, sobre todo, pan.
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