miércoles, 7 de noviembre de 2007

EL PRIMER LIBRO DE UN ESCRITOR


«Me ha costado, no lo negaré» reconoce Suso Castro una vez publicada su novela, En palacio nos encontraremos, una narración sobre viajes en el tiempo, relaciones humanas y los vaivenes de la vida. Si ya de por sí es costoso concluir un libro, mucho más cuando se trata, como en este caso, del primero del autor. Muchas horas y mucho esfuerzo le dedicó Suso a su ópera prima, hasta que por fin la concluyó. Un trabajo que, recuerda, ha tenido sus altibajos:

«Recuerdo que escribí las primeras páginas con mucha ilusión, pero llegó un momento en el que me frené. La inspiración se había agotado de repente y perdí las ganas de continuar, así que terminé abandonando aquellas primeras hojas manuscritas en el fondo de un cajón. Afortunadamente, un tiempo después las recuperé con la intención de proseguir la narración. Repasando lo que ya había escrito me pareció horroroso, como escrito por un niño de Primaria. Pero no me desanimé, sino que, al contrario, rehice lo escrito y avancé un poco más, seguro de que mi estilo literario había mejorado considerablemente y de que ya nada me detendría.

Estaba totalmente equivocado, pues ese mismo proceso se repitió a lo largo de los años varias veces: abandonos, reescrituras y pequeños pasos hacia adelante. Cuando ya vi cerca el último capítulo todo me pareció más fácil, gracias a la experiencia acumulada tecleaba las palabras con mayor fluidez.»

Tuvo que vencer diferentes retos, como «el poco tiempo libre del que disponía» o el hecho de que «no soy un escritor». Se considera a sí mismo «un intruso en el mundo de la literatura», «que un día tuvo un sueño» y se dispuso a hacerlo realidad, costara lo que costara. «Me rebelé ante la posibilidad de que se quedara sólo en eso y puse todo mi empeño en darle forma a la idea que había tenido: escribir la historia de un individuo al que se le ocurre enviar una carta a todos sus descendientes, con la esperanza de que alguno de ellos viva en una época en la que sea posible viajar en el tiempo y acuda a visitarle.»

Así, Suso consiguió superar los problemas a los que se enfrentan muchos aspirantes a escritor, « gente que en algún momento de su vida ha expresado, con mayor o menor convicción, el deseo de escribir un libro. No es extraño que en algunas personas surja el deseo de contar historias basadas en sus propias experiencias o en las de los demás, o que, de repente, tengan una idea brillante alrededor de la cual consideren interesante tejer una novela. Pero lamentablemente, como la mayoría de esas personas no son escritoras o, aunque pudieran llegar a tener la capacidad de serlo, no disponen de tiempo suficiente para escribir, sus sueños jamás llegan a materializarse. Y el resto de sus semejantes nos vemos privados de la posibilidad de disfrutar de unos relatos que seguramente hubieran sido maravillosos.»
Sin embargo, en el caso de Suso Castro al final triunfó la voluntad de escribir un libro. «Decidí que poco importaba los años que tardara, que lo único que debía preocuparme era finalizar mi novela algún día.» Un sueño que por fin se ha cumplido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Suso. Tal vez, con la vista puesta en el recuerdo... el proceso de escribir la novela fue fruto de tu propio proceso de crecimiento.

Lo de guardar la novela en el cajón de los desastres supongo que lo hacemos todos (aunque actualmente ese cajón sea amarillo y te de la posibilidad de cambiar el nombre).

Si yo tuviera un cajón para cada manuscrito que tengo tendría que dormir fuera de mi habitación ;-) (con el mundo digital... vamos mejorando día a día).


Y por cierto, hay escritores que escriben sus novelas y hay novelas que crean escritores -este último caso es el mio.


Saludos desde Vigo, Fernando Javier

Fernando Javier Álvarez Guiadanes
fernandojavier2002@yahoo.es
(00 34) 662 05 355
Vigo, Pontevedra

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Suso. Tal vez, con la vista puesta en el recuerdo... el proceso de escribir la novela fue fruto de tu propio proceso de crecimiento.

Lo de guardar la novela en el cajón de los desastres supongo que lo hacemos todos (aunque actualmente ese cajón sea amarillo y te de la posibilidad de cambiar el nombre).

Si yo tuviera un cajón para cada manuscrito que tengo tendría que dormir fuera de mi habitación ;-) (con el mundo digital... vamos mejorando día a día).


Y por cierto, hay escritores que escriben sus novelas y hay novelas que crean escritores -este último caso es el mio.


Saludos desde Vigo, Fernando Javier

Fernando Javier Álvarez Guiadanes
fernandojavier2002@yahoo.es
(00 34) 662 05 355
Vigo, Pontevedra